La buena cocina y el trading

Este comentario es en honor a mi socio Gabriel López, que ayer hablaba en Radio Intereconomía con gran acierto comparando la buena cocina con el trading,

Todos (o casi todos) podemos freír un huevo o calentar pasta para alimentarnos pero saber cocinar requiere estudio y práctica y que le guste a uno. También implica tener todos los ingredientes necesarios y saber mezclarlos oportunamente, trabajar las temperaturas adecuadas en los tiempos precisos y lograr que la cocción sea la justa, ni quedarnos cortos ni pasarnos.

Y la buena cocina pide además imaginación, creatividad y buen juicio para armonizar los sabores y las texturas y obtener el agradable resultado de la aclamación popular alrededor de la mesa por parte de la familia e invitados. Y sobre todo, se nutre de la experiencia, de muchas buenas y malas experiencias, por las que uno va adivinando los misterios que forman parte de la buena cocina.

En el trading tenemos algo parecido. Cualquiera puede coger una plataforma y ponerse a operar. Si tiene suerte, la operación le dará beneficios y si no se le quemará en las manos, aunque lo habitual será que le salga mal porque no saber operar es como no saber cocinar – hay que tener mucha suerte para que el plato salga bien sin saber prepararlo.

El trading requiere formación, experiencia, buen juicio y una sistemática que aleje de la operativa nuestros sentimientos e impulsos. También exige creatividad y una capacidad notable de observación y filtrado de los acontecimientos y de los movimientos de los precios.

En el fondo no pretendemos ser los Grandes Chefs del trading, de esos que se forran sólo con la fama que arrastran. Buscamos ser buenos chefs que día a día satisfacen con sus creaciones en comedores normales y que generan una clientela estable y creciente por las recoiendaciones de quienes han probado los platos.

Queremos ganar dinero haciendo bien las cosas, diariamente. Proponernos unos objetivos realistas de ganancias diarias, semanales y mensuales y volcarnos en hacer bien nuestro trabajo de trading, con tranquilidad y con sencillez.

Las analogías entre la buena cocina y el trading dan para mucho más pero no el tiempo que tengo para escribir el comentario ahora.

¡Buen trading!