Albert Pla: ‘A mí siempre me ha dado asco ser español’


No he conocido a Albert Pla en mi vida (tengo 54 años) ni he sabido nada de él hasta ahora. Seguramente será un artista ilustre en su ambiente, pero lo cierto es que era un desconocido para mí hasta hoy, imagino que debido a mi limitada cultura.

http://www.elmundo.es/elmundo/2013/10/16/cultura/1381933367.html

Pero puedo responderle: «Ajo y Agua».

Y ya me da asco el chavalete.

Si lo que busca es notoriedad, yo debería ignorar estas declaraciones. Pero me llama la atención que comparte apellido con el segundo de mi abuelo materno. Y por eso me da más asco aún.

Por su falta de respeto y de consideración a los que nos sentimos orgullosos de ser españoles (y además, valenciano y ciudadano del mundo en mi caso, que en mi esquema de valores ninguno es excluyente; lo de «europeo» supongo que también caerá, pero por ahora está un poco más lejos).

Creo ser una persona tolerante; al menos mis conocidos me ven así en su mayoría, pero no puedo tolerar la falta de respeto y el fanatismo excluyente y destructivo.

Y este amiguete tiene todos los ingredientes de falta de civismo y de fanático.

No me leerá nunca, pero si lo hiciera, me gustaría decirle que estoy encantado de que se declare independiente; lo de catalán o murciano es lo de menos, lo importante es que llegue a ser independiente, porque así acabará dándose asco de si mismo y dejará de ser, espero, anti-los-demás-que no piensen-como-él.

Lamentablemente para él, Cataluña no es de su propiedad exclusiva. También es mía y de todos los que sentimos esa tierra como parte integrante de España, de nuestro ser, hayamos o no nacido allí y vivamos o no allí.

El sentir soberanista (o separatista para otros) es complicado porque colisiona con sentimientos opuestos y tiene difícil solución. Para los soberanistas, el referendum lo resolvería todo, pero para los que sienten el territorio catalán como parte esencial de España, un referendum solo tiene sentido si es realizado entre todos los que tienen derecho a opinar, es decir, todos los españoles. Viene al caso el ejemplo de una casa heredada por varias personas, que necesitan ponerse todas de acuerdo para mantenerla como patrimonio común o venderla y repartirse el beneficio, pero uno no puede trocearla o declarar independiente un dormitorio del resto de la vivienda porque vive en él y los demás no.

Animo al respeto a los que piensan o sueñan con la independencia y al respeto a los que sentimos a Cataluña como parte de ese patrimonio que nos pertenece a todos, catalanes, descendientes de catalanes, canarios, andaluces, castellanos y habitantes o nacidos en otras regiones, comunidades autónomas o singularidades españolas. Diálogo en el respeto es lo esencial. Y con esto, sobra mencionar al sujeto que ha provocado este comentario. Por cierto, hubiera escrito lo mismo si otra persona hubiera dicho «A mí siempre me ha dado asco ser catalán».