La pregunta es, en el fondo, retórica. Todos nos preguntamos: si opero y gano dinero, ¿para qué confiar en un sistema automático de trading (SAT)? pero si no gano dinero operando, ¿por qué no probar un SAT? ¿Y por otro lado, replicar la operativa de un trader que tiene éxito, no acarrea riesgos también?
Es conveniente poner algunos datos encima de la mesa para poder valorar bien este tema. Voy a centrarlo en el mundo de los CFDs e Inversiones por Diferencias.
1) En grandes números, el 90% de las personas que operan en los mercados financieros con CFDs son inversores particulares, no profesionales. De ellos, un 70% tiene experiencia de más de un año operando en otros productos financieros (acciones, futuros, opciones) cuando prueba los CFDs pero desconoce casi totalmente qué es un CFD y cómo se opera con él, además de los riesgos que entraña.
2) La mayoría de los inversores por diferencias buscan un complemento a sus ingresos habituales junto con un componente lúdico en esta operativa y operan todos los días o casi todos los días.
3) El 80% de las personas que operan en CFDs abren y cierran posiciones en el mismo día o como mucho en dos o tres días, prácticamente nunca dejan la posición abierta más de una semana.
4) Hay miles de SAT, basados en indicadores, estudios, movimientos y escenarios diferentes y que soportan múltiples mercados e instrumentos financieros. Los hay muy sofisticados /y caros) y muy simples y económicos. Generalmente los simples y económicos son como juguetes comparados con los otros; su validez y eficacia es muy relativa y breve. Y los avanzados requieren ajustes constantes para abarcar los impulsos que los mercados tienen porque buscan parametrizar los comportamientos de determinados instrumentos financieros para predecir su evolución e intervienen muchísimos factores que hay que considerar e integrar en el sistema.
5) Hay un pequeño porcentaje de traders que consistentemente ganan dinero con su operativa, mes a mes, año a año. Siguen un sistema propio o ajeno y tienen «feeling» en el trading.
La parte más importante del trading en CFDs es el enfoque con el que el trader opera, la psicología del trading. Básicamente, la frialdad y la disciplina al operar. También, la dedicación (el tiempo que uno puede dedicar al estudio y al trading) y la oportunidad (el don de acertar en las tendencias de los mercados).
Por ello, muchos inversores prefieren un sistema automático que tome decisiones por ellos pero también que les ahorre esos impulsos que a veces dominan al trader de intentar recuperar a toda costa una pérdida reciente, o la fantasía de que en dos o tres operaciones bien enfocadas uno podrá obtener una ganancia sobresaliente para pagar ciertas necesidades urgentes. También lo prefieren los que no disponen de tiempo para formarse en esta mecánica y para operar con tranquilidad.
Llevo casi ocho años en el mundo de los CFDs y he visto de todo (creo) y puedo decir que he estudiado sistemas automáticos que arrojan ganancias constantes a lo largo del tiempo y otros que de repente fallan y comienzan a perder consistentemente. Obviamente, los primeros son escasos y los segundos, muy frecuentes. Todo sistema que aparentemente genere más del 10% mensual de rentabilidad es muy peligroso porque normalmente funcionará de maravilla montado en una tendencia de fondo del mercado y fracasará cuando haya una fase de movimiento lateral o de alta volatilidad. Hay que recordar lo de que «cualquiera gana dinero en Bolsa cuando sube, pero solo los verdaderos profesionales saben sacarle ganancias cuando no sube.»
Para empezar, mi primer pensamiento cuando tropecé con los SAT fue: ¿Si este SAT funciona, para qué comercializarlo? Yo lo usaría para mis propias inversiones y las de mi familia y como mucho, se lo ofrecería a mis amigos, pero no tiene sentido ponerse a venderlo si ya tengo la llave del tesoro.
O bien la persona que lo ha diseñado y le funciona quiere reconocimiento público a su creación y busca darlo a conocer para obtenerlo, o no confía plenamente en él y necesita complementar los ingresos que le aporta con el negocio colateral de comercializarlo, o es que realmente no es eficaz a lo largo del tiempo y su creador no se ve capaz de ajustarlo adecuadamente al mercado cambiante para mantener esa eficacia.
Y la única explicación que podría entender es que sigue existiendo el riesgo del desajuste del SAT y por eso es conveniente diversificar las fuentes de ingresos a largo plazo, siendo su comercialización una de ellas.
Al conocer que el riesgo no desaparece con un SAT, mantengo la misma actitud que con mi propia operativa: precaución, utilización de una pequeña parte del capital disponible y frialdad ante los resultados, sean positivos o negativos.
¿Utilizaría un SAT? Sí, poniéndole una mínima parte del capital que tengo para operar y midiendo muy bien los resultados para detenerlo o cancelarlo si en un plazo determinado de tiempo no arroja el objetivo perseguido. Cabe destacar que los SAT, al igual que las inversiones que uno realiza personalmente, no garantizan ganancia en todas y cada una de las operaciones. Gana en unas y pierde en otras y el total es lo que cuenta al final.
También usaría una cuenta replicada, de esas que siguen en su operativa automáticamente lo que un trader hace en la suya, habiendo comprobado que esa persona tiene éxito en su forma de trabajar durante un tiempo continuado. Aquí interviene el factor humano, la percepción del operador sobre las oportunidades de los mercados, al margen de los sistemas que vaya siguiendo.
No creo que sean incompatibles estas alternativas de inversión. Uno puede tener su propia cuenta de trading para su operativa directa, otra en la que instala un SAT y una tercera que replica a un trader probado, simplemente repartiendo entre ellas el capital que en otro caso tendría solamente en la de su propia operativa.
De hecho, así diversificamos riesgos, porque si yo fallo y solo opero directamente, pierdo mi capital pero si tengo tres enfoques de inversión diferentes, tienen que fallar los tres para perder el mismo dinero. También podría decirse que tienen que acertar los tres para ganar el mismo dinero que ganaría si mi operativa personal tuviera éxito, pero de lo que se trata es de encontrar un SAT y un trader al que replicar efectivos.
Mi recomendación habitual es que todos debemos ser conscientes de los riesgos, debemos formarnos bien en esta operativa y reconocer si tenemos el perfil psicológico necesario o no. Y aún teniéndolo, es conveniente diversificar los riesgos repartiendo el capital a invertir en estos productos entre dos o tres operativas diferentes, en la línea de lo mencionado: operativa propia, mediante SAT y a través de una cuenta replicada.
