No lo digo yo, que no los conozco más que por sus actos (con esto lo digo todo), lo dice la ciudadana Soraya Rodríguez, portavoz del PSOE, más o menos con esas palabras.
Un breve análisis: el que miente es deshonesto – los políticos y sus equipos deben ser honestos – luego algo ha salido mal. Lo que no implica que los del otro lado no sean igual que ellos, para desgracia del común.
A pesar de ello, estoy pensando en otorgarles un poco de confianza en estos momentos. Si están viendo que a fuerza de impuestos y recortes la economía se va al garete, no parece lógico que su reacción al descenso de ingresos públicos sea la de nuevos recortes y subidas de impuestos, porque solo acelerarán la destrucción de riqueza y conseguirán recaudar aún menos.
Asumiendo que el equipo económico del gobierno no es un grupo de ineptos (aunque podemos asumir que son unos mentirosos, si lo dice la ciudadana Soraya Rodríguez, que de esto debe saber un rato ya que trabajan todos en lo mismo) espero que no se les ocurra apretar la soga aún más a la ciudadanía.
No estoy muy convencido de que dejen los impuestos en paz, pero lo veremos en apenas 48 horas, cuando anuncien el viernes las decisiones del Consejo de Ministros. Hasta entonces voy a darles un poquito de confianza, no porque la merezcan sino porque es muy triste estar pensando permanentemente que nuestros políticos son ineptos y nos conducen al desastre; prefiero que sean mentirosos, como aclara la ciudadana Soraya Rodríguez. Así la descalificación es moral, concepto cuya comprensión y aplicación no se exige a un político en nuestro país, a la vista de lo que hay.