¿Estamos locos o qué está pasando?
http://www.elmundo.es/cataluna/2013/11/11/52810cef63fd3dfc4c8b4574.html
Pretenden que sea condenada a 7 años y medio de cárcel, inhabilitación absoluta para ejercer cualquier profesión relacionada con un piano, multa de 10.800 euros y una indemnización de 9.900 euros (junto con sus padres, que según la fiscal también son culpables de un delito continuado de contaminación acústica).
Es muy importante lo de la inhabilitación, no sea que vaya a tocar el piano en la cárcel y se monte una buena.
Esto me recuerda los años que pasé en mi habitación luchando por estudiar mientras mi vecina Rosa, con el piano pared con pared, intentaba tocar el Para Elisa sin equivocarse. Literalmente años y cientos de veces de esta única pieza, miles diría yo, a razón de varios intentos cada día durante semanas, meses y años.
¡Lástima que el delito de contaminación acústica no estuviera recogido en nuestro ordenamiento por aquel entonces!
De todas formas, es para alucinar que el asunto haya podido llegar a un juzgado y que la fiscalía invierta tiempo (y dinero de los contribuyentes) en él. ¿Será que la Celtiberia Show de Carandell sigue vigente?
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