Una de mis aficiones más importantes es la docencia, placer que practico desde que empecé a dar clases particulares cuando estaba en la Universidad para pagarme los extras (libros, salidas con los amigos, la gasolina del coche que me regaló mi tío Vicente cuando cumplí los 18 porque se compró otro nuevo).
Y hace ya más de 14 años, cuando descubrí el fascinante mundo del trading en CFDs, tan diferente y parecido a la vez al trading profesional que estaba desarrollando, incorporé esta materia a mis clases.
En los últimos tiempos de pandemia ha aumentado el número de personas que buscan aprender el arte y técnica del trading, mejorar su operativa, conocer lo más actual en esta aventura o simplemente aclarar dudas que se iban acumulando.
Curiosamente, más de la mitad de mis alumnos actuales no está en España. México, Colombia, Argentina, Alemania y China son los países de residencia de estas personas, con lo que supone de diferencia horaria conmigo. Seis horas por delante, China; siete por detrás, México. Empiezo el día, como hoy, con la primera clase a las ocho de la mañana y varias jornadas acabo dando la última sesión a las doce o incluso una de la noche.
Pero es un placer servir a mis alumnos y ayudarles en este proceso sin fin de aprender sobre el trading. Y confieso un pequeño secreto: yo aprendo mucho más con cada clase, cuestión que me fascina.
Si estás interesado (término inclusivo para aludir a colectivos mixtos, según la RAE), ponte en contacto conmigo. Desde una sola clase, pasando por clases periódicas para mantenimiento o un paquete de 5 ó 10 sesiones, todo es factible.
El Mundo del Trading en los Mercados Financieros 