La definición de «impasse» de la RAE es «punto muerto o situación a la que no se encuentra salida» y creo que este término acota y define la actitud de nuestro Gobierno estos días.
En declaraciones de varias de sus Excelencias desde hace semanas y recreo algunas de ellas mezcladas aquí para ilustrar las contradicciones, manifiestan que el rescate no es necesario, que la situación económica es crítica, que son unos valientes los Excmos. Sres. Presidentes de Comunidades que no han pedido su propio rescate y que otro gallo cantaría si todos fueran como ellos, que hay que subir los impuestos porque no se alcanzarán los objetivos del déficit, que todo va bien y que en breve estaremos mejor, que existe una caja de herramientas de urgencia para usar si fuera necesario, que las pensiones se actualizarán a pesar de la opinión contraria de Bruselas, etc.
¿Estamos o no en un impasse cuando sus Excelencias, miembros del mismo equipo de gobierno, lanzan explicaciones contradictorias, como indicando que no hay luz al final del túnel porque no es un túnel sino un hoyo?
Menos mal que entonces aparece el Excmo. Sr. Rajoy en todo el esplendor de su manifestación de liderazgo sobresaliente y a la pregunta de si va a pedir o no el rescate, a tenor de la noticia aparecida en una Agencia Internacional de la inminencia de esta petición, nos gratifica con esa portentosa respuesta: «Quizá sepan más que yo mismo lo que pienso.»
A estas alturas del circo, es probable.
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