El incendio de Toledo


Tengo un amigo que reside en temporadas cada vez mayores en el Encinar del Alberche, cerca de Almorox, donde se produjo ayer por la tarde el llamado «incendio de Toledo» y acabo de hablar con él para conocer si había tenido problemas en su parcela, ya que ayer hubo orden de desalojo de su urbanización.

Está muy indignado por varias razones:

a) porque el incendio era previsible, ya que hubo otro en el 2003 que alcanzó las casas de la urbanización y no se pusieron medidas serias de prevención de futuros desastres.

b) porque con los recortes presupuestarios en las Comunidades Autonómicas, la máquina que mantiene un cierto cortafuegos entre el monte y las viviendas no ha pasado este año, lo que ha permitido que el matojo abunde y llegue al linde las parcelas.

c) porque llamó ayer por la tarde al 112 al ver el humo y le respondieron que no podían darle información, que solo recibían llamadas y tomaban nota y que llamara al Seprona al 062. Lo hizo y su interlocutor era la Guardia Civil de Madrid, que le contestó que no tenían información al respecto y que pusiera la tele para enterarse.

d) porque pasaron los de Protección Civil primero y sucesivamente varios vehículos de la Guardia Civil después, conminando a todos los residentes a desalojar sus viviendas, sin educación ninguna, pegando gritos por los altavoces: ¡Todos fuera de las casas! ¡Guardia Civil! ¡Desalojen las viviendas ahora mismo!

e) porque no vio ni una sola motobomba, ni un camión de bomberos, ni un retén (los medios aéreos no podían actuar por ser ya noche entrada) mientras se veían las llamas a lo lejos ir avanzando.

f) y porque el incendio tiene toda la pinta de ser provocado una vez más, porque se propagó desde varios puntos a la vez, según le han indicado.

En mi modo de ver, el coste de mantener los campos limpios y los cortafuegos despejados es proporcionalmente menor al de los daños provocados por los incendios y los gastos de apagarlos, con el despliegue de medios, materiales, aviones, etc. Creo que nuestros políticos, también en esta ocasión, se están equivocando y que sus decisiones nos perjudican a todos más de lo que podemos permitirnos.

Tenemos que conseguir que esta pandilla de corruptos e ineptos desaparezca del escenario político de nuestro país. Necesitamos urgentemente políticos honrados y eficaces o nuestro modelo de convivencia y de «bienestar» se va a romper en pedazos.