El ataque contra las refinerías saudíes del sábado con drones que se atribuyen a Irán por Mike Pompeo, secretario de Estado de EEUU, aunque han sido asumidas por los rebeldes houtis de Yemen, ha elevado el nivel de tensión bélica, el precio del petróleo y bajado los futuros de los índices bursátiles, por ahora.
En la apertura de los mercados anoche, el precio del crudo Brent ha llegado a subir un 20%, algo que no ocurría desde 1988. Después de unos momentos de frenética volatililidad (la guerra de las máquinas, según un amigo trader de crudo), se ha estabilizado en 65,40 dólares el barril, un 10% más que el precio de cierre del viernes pasado. Los saudíes dicen que pueden recuperar la producción, que ha quedado mermada en un 50%, equivalente a casi el 5% de la producción mundial, usando sus reservas y reparando los daños de las refinerías. También EEUU ha indicado que mantendrá el nivel de oferta habitual de crudo usando sus enormes reservas. Pero el precio ha crecido un 10%.
El viernes el índice Dow Jones cerró con una subida de un 0,14% y se quedó a un 0,5% de su récord de 27.359,16 del 15 de julio. El S&P 500 bajó un 0,07%, también a un 0,5% de su máximo histórico de 3.025,86 del 26 de julio. Y el Nasdaq está a un 1,8% de sus máximos absolutos de 8.330,21 de ése mismo día.
Los futuros de los índices bursátiles de EEUU han quedado afectados también, entrando anoche con 200 puntos de caída, un 1%, aunque durante la madrugada han oscilado notablemente y en estos momentos cotiza en Dow en 27.058, 150 puntos debaj del cierre del viernes. Aquí también afecta la convocatoria de huelga en GM, con 40.000 empleados.
En cambio, las bolsas asiáticas tienen otros referentes. La producción industrial de China en agosto ha quedado en el 4,40% anual desde el 4,80% anterior y expectativas de mejor dato, un 5,20%. Y sus ventas minoristas han subido un 7,50%, una décima peor que el dato anterior y frente a una previsión de un 7,90%. Con todo, aunque la bolsa de Hong Kong baja un 1,25%, el motivo es el proceso de revueltas sociales allí, porque la bolsa de Shanghai está bajando apenas un 0,02%. Hoy es festivo en Japón.
Esta semana será una de las más interesantes desde hace tiempo, porque a la inestabilidad de Oriente Medio consecuencia del ataque hay que sumar la reunión/almuerzo hoy del «Incredible Hulk» (La Masa) Boris Johnson con Juncker en Luxemburgo insistiendo en que se lanza a un acuerdo duro si los europeos no se doblegan (cosa que estos no tienen porqué hacer ni la intenión de hacerlo). Y las manifestaciones de Hong Kong con peticiones de ayuda al Reino Unido y a EEUU.
Hoy no hay datos macro relevantes aparte de los ya publicados en China esta madrugada. Pero a partir de mañana la semana viene suficientemente nutrida de datos para mantenernos pendientes de los mercados hasta el jueves.
Mañana martes conoceremos la encuesta ZEW de sentimiento económico y situación actual de Alemania junto con la producción industrial de EEUU en agosto. El miércoles, el IPC y datos complementarios del Reino Unido y la UE y la decisión sobre los tipos de interés de la Reserva Federal de EEUU. Se espera una reducción de 25 puntos básicos, pero si sale un dato distinto, a abrocharse los cinturones. Y también por la conferencia de prensa posterior de Jerome Powell, el presidente de la Fed. El jueves le toca a Japón, Suiza y Reino Unido la decisión sobre sus tipos y aunque no se prevén cambios, el tono de las declaraciones sobre su visión de las respectivas economías nacionales puede tensionar los precios de los mercados, particularmente en lo relativo al Brexit del Reino Unido.
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