El ciudadano Gallardón, ministro de Justicia, declara que no se puede coaccionar el voto de los diputados


Y hace muy bien declarándolo. No puedo estar más de acuerdo con él.

Claro que él se refiere al reciente movimiento «escrache» que incomoda a los políticos a las puertas de sus casas o de sus lugares «de trabajo».

Yo lo extendería un poco más:

– No puede coaccionarse a los políticos haciéndoles reformas gratis en sus casas y chalets.

– Ni comprándoles trajes (sé que los ciudadanos Camps y Costa han sido absueltos, pero otros dos «coleguitas» sí admitieron el delito).

– Ni pagando a su mujer unas perrillas por ayudar a deslocalizarse a grandes empresas.

– Ni colocándoles un dinerito aquí y otro allí para aceptar ERES falsos.

Estoy seguro de que no es que al ciudadano Gallardón, ministro de Justicia, no le importen estas otras coacciones y por eso quiero aclararlo aquí, porque últimamente estamos a la que salta con cada declaración de un ciudadano político y yo el primero y nadie es perfecto ni nadie puede exponer en dos frases el alcance de su mensaje.

Aunque también me gustaría que se hablara de la coacción a los ciudadanos votantes a golpe de decretazos e impuestos sobre impuestos, porque la democracia no la entiendo como una dictadura en cada legislatura.