Después de China, Trump apunta ahora a la Unión Europea y a la Gran Bretaña


En medio de la preocupación en los mercados por la expansión del coronavirus de Wuhan, que hace tumbar los valores relacionados con aerolíneas orientales, hace subir las acciones de las farmacéuticas, presiona a la baja al petróleo por una posible reducción de la demanda y, según el día y el estado de la crisis del coronavirus, las bolsas occidentales suben y bajan, «Aranceles» Trump se prepara ahora para encarar las negociaciones comerciales con la Unión Europea y el Reino Unido.

Como ya tenemos amplias referencias de las anteriores (China en fase 1, Canadá y México, Japón y Corea del Sur), el mercado comienza a anticipar presiones con aranceles, presiones con que si no cedéis nos vamos a comprar a otro lado y no vendes tus productos aquí y cariños exagerados con Boris Johnson para convencer a los competidores europeos que una alianza comercial del Reino Unido con EEUU les dejaría al pairo … y así obtener mayores concesiones de los europeos.

Ya hemos visto los primeros movimientos con respecto a Francia y a su tasa digital. Si la aplicas te endiño una batería de aranceles que te van a crujir, no vas a poder vender en EEUU ni las canciones de Edith Piaf, para que te enteres, voilà.

Como en la UE ya estamos metidos en la faena de deshacer la madeja del Brexit, todo se complica un poco más. Menos mal que tenemos a Lagarde al frente ahora del Banco Central Europeo poniendo su atención en animar la inflación para que ésta anime a la economía. Es curioso porque es lo que ha intentado hacer su antecesor en el cargo, Don Mario Draghi, con su explosión continuada de liquidez … y ahí estamos todavía. Hoy hablará Lagarde para explicar las bondades de su programa … si las hay.

La recomendación de algunos expertos consultados, presentes en las conversaciones entre los representantes de Trump y los de otros países en sus respectivas negociaciones comerciales, es la de volar muy bajo, decir que sí a casi todo lo que diga Trump a través de su cohorte de negociadores pero poniendo problemas en uno o dos puntos. Todos se centran en ellos, Trump se molesta y lo dice, un paso atrás de las europeos y sibilinamente dar dos laterales y en diagonal para estar nuevamente en posición de recuperar terreno. Así hasta las elecciones presidenciales de noviembre en EEUU. Si Trump sale reelegido, a negociar uno o dos años más mientras los aranceles se disparan hasta para las pipas de girasol. Y luego ceder y a firmar. Si no resulta elegido, se hace una fiesta que ni la Oktoberfest podría soñar y a firmar un tratado comercial decente para las dos partes.

Mientras tanto, a disfrutar de los mercados financieros, que aunque los futuros están ahora reculando ligeramente, siguen apuntando maneras alcistas en cuanto se olvidan de los problemas, particularmente las bolsas de EEUU. La teoría clásica del inversor recomienda tajantemente no comprar en máximos sino esperar correcciones puntuales para hacerlo. Pues resulta que la gran mayoría de los traders que están ganando dinero de verdad desde hace meses están rompiendo esta regla, subidos en la ola del optimismo a raudales y no les va mal. Aquí sí tengo que romper una lanza en favor de la ortodoxia operativa: al menos esperar a comprar cuando el valor baje un poco de sus máximos, porque lo hace siempre, algo más barato compras y al menos te manejas desde un nivel inferior.

Suerte y buen trading a todos, que viene «Aranceles» Trump.