Once upon a time …


Había una vez … es la frase que me fascinaba escuchar en el colegio durante los primeros tres años. Era El Pinar, de los jesuitas en Chamartín y lo llevaban unas monjas irlandesas. Teníamos todas las clases en inglés menos la de Matemáticas.

Y la más interesante era aquella en la que nos contaban cuentos en inglés, que empezaban todos por «Once upon a time …» También nos invitaban a salir a la tarima y contar uno nosotros. Yo solía hacerlo, inventándolo sobre la marcha, sin saber hasta dónde íbamos a llegar, mezcla de unos y otros y muchas veces acabábamos riéndonos todos de las tonterías que me salían, maestra irlandesa incluida.

Creo que ahí se despertó mi vocación de guasitas oficial, que he cultivado a lo largo de la vida y que tan buenos momentos me da constantemente.