Draghi ha ratificado la decisión del BCE de intervenir en los mercados financieros, comprando deuda soberana en el mercado secundario, a través de bonos de 2 y 3 años. Dice que la inflación no le preocua (guiño a los países periféricos) pero que las operaciones se esterilizarán inmediatamente (guiño a Alemania) habrá que pedir formalmente el rescate y que dejaría de aplicarla si se producen incumplimientos ( guiño a Alemania) aunque la cantidad no tiene límite en principio guiño a los periféricos.)
Así contentamos a todos, ¿verdad? Los mercados no se quedan convencidos, parece, por la reacción inmediata; seguimos en torno a los precios anteriores después de los hachazos arriba y abajo.