Me comenta uno de los pocos políticos con los que me hablo aunque últimamente lo hago para machacarles y por eso hablamos menos, que la estrategia del Gobierno cara al rescate gira en torno a las elecciones vascas y gallegas del día 21, pero no como yo indicaba recientemente en el sentido de que El Excmo. Sr. Presidente del Gobierno se pronunciaría después de las elecciones.
Al parecer la maniobra consiste en comunicar públicamente la petición de rescate unos díaas antes de las elecciones, para impulsar el voto al PP. Básicamente todo el mundo dentro y fuera de España da por descontado que su Excelencia pedirá el rescate, a la vista de que le crecen los enanos como los níscalos en la Granja de San Idelfonso y ahora el efecto de anuncio de su petición ya no sería negativo sino muy positivo para el PP porque descargaría la tensión de la anticipación que estamos viviendo. Sería un poco como «Bueno, ya está. Parece que han cogido el toro por los cuernos por fin.» Y piensan los «expertos» del partido que el impacto emocional provocaría el regreso de bastantes votos perdidos, que en el fondo es, en mi modesta opininón, la prioridad de su Excelencia, como lo ha sido siempre. Hay muchos políticos, demasiados, a los que se les llena la boca de España pero cuyos intereses no llegan más allá de su propio partido, aunque también los hay que cambian España por Cataluña, por ejemplo, pero siguen el mismo patrón.
Por consiguiente, empiezo a considerar la posibilidad de que un día de estos nos desayunemos el anuncio de la petición de rescate, incluso un viernes como hoy que tenemos a su Excelencia en Malta de charletas pagadas por todos los contribuyentes con los colegas de oficio de Portugal, Francia e Italia entre otros.
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