Los países europeos tratan de deshacerse del capital de Rusia en sus petroleras para evitar las sanciones por la guerra

Comentario derivado del artículo de Francisco Perejil e Ignacio Fariza en El País hoy lunes, 1 de diciembre de 2025

La noticia se enmarca en la última y más agresiva fase de las sanciones occidentales contra Moscú, que ahora apuntan directamente a la base de ingresos del Kremlin: sus gigantes petroleros (principalmente LUKoil y Rosneft) y sus activos en territorio europeo.

1. El corazón de la noticia

El corazón de la noticia es la presión creciente, impulsada por Estados Unidos y la Unión Europea, para que los países europeos eliminen o nacionalicen temporalmente el capital y el control operativo ruso en las refinerías e infraestructuras petroleras clave dentro del continente.

El objetivo ya no es solo prohibir la importación de crudo ruso, sino cortar la capacidad de las petroleras rusas para operar, generar ganancias y evadir el límite de precio del G7 utilizando activos y servicios europeos. La preocupación principal es que si Europa no se deshace de ese capital, sus propias empresas y bancos podrían quedar expuestos a sanciones secundarias estadounidenses por hacer negocios con entidades rusas castigadas.

En la práctica, esto se traduce en que países como Bulgaria o Serbia se ven obligados a tomar el control de refinerías propiedad de LUKoil o Rosneft para asegurar el suministro nacional y cumplir con las sanciones.

2. Puntos Clave

TemaClave para Responder
Origen de la UrgenciaNo es solo un impulso de Bruselas, sino una reacción a las sanciones estadounidenses directas contra LUKoil y Rosneft. Estas sanciones obligan a Europa a mover ficha rápido para proteger a sus propias empresas.
El Dilema PolíticoLos gobiernos europeos se enfrentan al reto de asegurar la estabilidad del suministro (especialmente en países que dependen de esas refinerías, como Hungría o Eslovaquia) al mismo tiempo que ejecutan un proceso legalmente complejo y políticamente sensible de expropiación o venta forzosa de activos rusos.
La “Flota Fantasma”El paquete de sanciones también se centra en desmantelar la «flota fantasma» (petroleros viejos y sin seguro occidental) que Rusia usa para evadir el tope de precios. Esto endurece el control sobre las aseguradoras, los puertos y el tracking de las mercancías, haciendo más difícil que el crudo ruso entre en el mercado global.
El PrecedenteEstos movimientos crean un precedente legal para que los Estados miembros asuman el control operativo de activos energéticos extranjeros que supongan un riesgo para la seguridad nacional o el cumplimiento de las políticas comunitarias.

3. E Concepto de Soberanía Estratégica

Lo que estamos presenciando no es solo un paquete de sanciones económicas, sino una redefinición forzada de la soberanía energética europea. La guerra ha acelerado la desrusificación total de nuestra infraestructura crítica.

Durante décadas, permitimos la entrada de capital ruso en sectores vitales por eficiencia y precio. Hoy, la seguridad y la fiabilidad son prioritarias.

La pregunta clave para el futuro no es solo si podemos prescindir del crudo ruso, sino si los Estados europeos están dispuestos a mantener ese mayor control sobre sus refinerías y redes de suministro, incluso después de que termine el conflicto.

Esta crisis está obligando a Europa a ser menos un mercado energético y más una fortaleza estratégica.

4. ¿Y España en particular?

España juega un papel fundamental en este contexto, aunque su situación es distinta a la de otros países de Europa Central, ya que el capital ruso no tiene una presencia significativa en las grandes petroleras españolas (como Repsol) ni en refinerías clave.

El Impacto: Un Riesgo Bajo en Activos Estratégicos

La principal diferencia de España es que su dependencia energética histórica ha estado centrada en el gas y el petróleo de Argelia, Estados Unidos y países africanos, no en Rusia.


Situación de las Inversiones Rusas en España – Riesgo para el Gobierno

Petróleo y Refinerías: Riesgo Bajo. No hay grandes petroleras rusas (como Rosneft o LUKoil) con participaciones significativas en las principales refinerías españolas (operadas por Repsol, Cepsa, etc.). Mínimo. El Gobierno no tiene la necesidad de intervenir o nacionalizar grandes infraestructuras por este motivo.


Gas Natural Licuado (GNL): Riesgo Medio-Bajo. España seguía importando una parte de GNL ruso (principalmente por contratos a largo plazo con empresas como Novatek). Sin embargo, el volumen ha caído a mínimos históricos recientemente, situándose alrededor del 4% del total. Regulatorio. El Gobierno debe coordinar con la UE la prohibición de las importaciones de gas ruso, cuya fecha límite la Comisión busca acelerar (hacia 2027).


Inversión Extranjera Directa (IED): Riesgo Muy Bajo. La inversión extranjera directa rusa en España es históricamente marginal (alcanzando solo un 0,1% del total IED antes de la guerra). Esta inversión se concentra más en inmobiliario o servicios. No hay activos rusos estratégicos que desmantelar bajo la óptica de las sanciones.

Lo que Sí Hace España
La proyección para España en este contexto no es de desactivación, sino de blindaje y diversificación:

  • Revisión de Flujos de GNL: La principal tarea ha sido reducir la cuota de GNL ruso y diversificar al máximo para asegurar el suministro.

  • Vigilancia de Propiedades: Las sanciones europeas han llevado al Gobierno a congelar activos y propiedades de individuos y entidades rusas sancionadas, pero esto es diferente a «desactivar» una participación estratégica en una petrolera nacional.
Mientras países como Alemania o Italia están ocupados con la tarea defensiva de limpiar su infraestructura de décadas de capital ruso, España tiene la oportunidad de pasar directamente a la ofensiva estratégica.

Mi planteamiento es que España debe posicionarse como la alternativa ‘libre de riesgo’ y el ‘hub’ energético más seguro de Europa. Con una red de gasoductos diversificada (Magreb), grandes terminales de regasificación y una exposición mínima al capital ruso, España puede vender su imagen como el socio más confiable para las inversiones energéticas occidentales que huyen de la incertidumbre en el resto del continente. Esto no es solo una defensa, es una estrategia para atraer la inversión de países aliados y consolidar el liderazgo del sur en la seguridad energética europea.

    Posición de España: El Cumplimiento en el Extremo Occidental de la UE.

    1. Integridad de las Sanciones Marítimas: Para España, el foco principal es el control marítimo. Dada su extensa costa y sus grandes puertos (como Algeciras y Cartagena), el país es crucial en la aplicación de las restricciones a la «flota fantasma». España debe asegurarse de que ningún buque vinculado a entidades sancionadas o que viole el tope de precios use sus aguas o sus servicios.
    2. Impacto en Precios (Indirecto): Cualquier inestabilidad en la cadena de suministro en el resto de Europa (por ejemplo, el cierre temporal de una refinería controlada por Rusia) puede generar picos de volatilidad en los precios del crudo y del diésel en el mercado europeo. Aunque España no tiene el riesgo directo de la expropiación, sí sufre el riesgo de mercado paneuropeo, lo que afecta al bolsillo del consumidor español.
    3. Compromiso Político: El Gobierno español respalda plenamente la línea dura de la UE de obligar a sus miembros a «limpiar» sus activos energéticos de influencia rusa. Esto refuerza el mensaje de unidad frente a Moscú.

    Deja un comentario