Buenos días, como decía mi profesor de lengua «se atormenta la vecina». Esto lo hacía para que viéramos la relevancia de cambiar unas palabras en la frase.

Sí, parece que se avecina la tormenta en los mercados, pero nadie sabe cuando llegará y tampoco su intensidad, así que nos quedamos igual.
A veces sentimos una brisa y pensamos «ya está aquí». Afortunadamente era una brisa pasajera, aunque todo movimiento de aire inquieta en estos momentos.
Algunos representantes de grandes fondos de inversión explican que es el momento de la espera, cuando los valores caigan más, a cazar. Otros dicen que lo mejor para llegar al destino es estar en un tren en marcha, ya cogerá velocidad pero estamos sentados dentro, mejor que verlo acelerar y liarse a todo correr para montarse en marcha.

¿Y en el forex? El EURUSD se ha enamorado estos días de la paridad. Somos iguales y nos queremos, dicen los dos lados del par. A veces uno de ellos se cansa y se sienta y el mercado se mueve, pero luego se ponen al mismo nivel … hasta que la Fed suelte los perros y salgan todos los pares corriendo por el patio del forex.
El acontecimiento tendrá lugar a partir de nuestras 20:00 horas de mañana miércoles.

Mientras, el yen espera al Banco Central de Japón, habiendo tocado este mes un máximo cercano a 145 yenes por dólar, nivel desde el que ve la Tierra como una bolita azul ahí abajo.
La inflación del país nipón está en máximos de 31 años, cuando durante décadas era negativa. Podías ir a tomar un sushi a mediodía y decidías esperarte hasta la noche porque era más barato aún. Eso se acabó. Ahora hay que tragarse todo el pescado crudo que uno pueda para desayunar, antes de que se multiplique su precio pasada la media mañana.

¿Y el oro, ese pesadito tan admirado por todos por su bronceado … y su valor? He leído hace un rato que varios «connoceurs» piensan que está en su precio justo, o incluso un poco caro aún. Y los del equipo contrario se han llevado las manos a la cabeza diciendo «¿Pero vosotros dónde estudiásteis, mastuerzos? Si el sentido de su vida es superar los 2.000 dólares la onza porque es el único activo que anula la inflación y porque cuando todo se pone a temblar, el oro adquiere propiedades magnéticas. Pues ahí lo tenemos, en 1.673 onzas por el momento.

No iba a hablar del petróleo porque ensucia mucho, pero mientras no lo toque con las mismas manos que uso para escribir este comentario no pasa nada. El caso es que la OPEP+ ( es decir, con Rusia y otros más) está decidiendo recortar la producción para empujar su precio en este entorno de amenaza de recesión y disminución de su consumo. Un Brent en 90 dólares el barril es mucho más barato que la cerveza, si usáramos el mismo tamaño de barril, dicen. Y esto no puede ser. ¡Ah, cuando valía 123 dólares el pasado mes de mayo! ¡Eso era gloria bendita para los países productores! Pues no parece que se pasee por esa altura en las próximas semanas, Putin mediante.

Finalmente, el fascinante mundo de los criptoactivos, donde subes y bajas habitualmente más de un 5% … en el día. O bajas un 60% en el año, eso también. El gráfico del bitcoin en velas diarias para un tobogán de dos jorobas este año, con tramos de caída casi verticales después de las jorobas. ¿Quién se subiría en el tramo inferior sin saber si en realidad solo es la primera parte de un tobogán enorme escondido en las profundidades de la Tierra? Pues más de uno, sobre todo los espabilados como ese de los coches eléctricos que anuncia sus compras semanales, pero no sé si sus ventas. Dado que lo que hace empuja a millones a seguirle, es el front running perfecto. Compro, otros me siguen y compran, subre el precio y vendo. Los seguidores se quedan paseando por un jardín en pendiente y se estorban entre ellos, todos revueltos, al final de la pendiente, junto a la verja.
