La ESMA hace un año prohibió la comercialización de opciones binarias a los brokers regulados en la Unión Europea. También implantó una serie de medidas restrictivas para la operativa en CFDs, algunas muy positivas para los inversores como la de que el broker se come cualquier posible saldo negativo en la cuenta del cliente o la eliminación de las ofertas de bonos y regalos en las cuentas.
Pero limitó seriamente el apalancamiento, con lo que el inversor minorista no profesional tiene que poner unas garantías muy superiores a las anteriores o disponer de una cantidad mayor de capital para hacer las mismas operaciones. Y aquí, en mi opinión, tuvo un fallo que ahora están arrastrando las reguladoras nacionales, porque han echado y están echando a muchos inversores minoristas a las fauces de los tiburones, que les sacan el dinero a dentelladas.
Pongo un ejemplo: un inversor que venía trabajando con un capital operativo de 1000 euros y un apalancamiento de 1:100 (es decir, cada euro representa 100 de inversión o lo que es lo mismo, cada céntimo que se mueve el mercado le da o le quita un euro). Con la nueva regulación su apalancamiento se reduce a 1:30 como máximo y 1:20 e incluso menor en la mayoría de los instrumentos que operaba. En su caso, 1:20. Para seguir operando igual, necesitaría tener 5000 euros en la cuenta, o alternativamente reducir su operativa a la quinta parte de lo que tenía por costumbre operar.
¿Qué hizo? Buscarse un broker radicado fuera de la UE que le mantuviera el apalancamiento original. De hecho, abrió cuenta en uno domiciliado en un paraíso fiscal que le motivó con unos atractivos bonos para poner 3000 euros y asumir 1:500 de apalancamiento. El inversor empezó ganando un dinero inimaginable para el capital depositado y algunos días después lo perdió practicamente todo. Le convencieron con otra batería de bonos para que depositara más fondos y volvió a perder su capital. Al tercer intento la operativa le fue bien y no solo recuperó todo el dinero depositado sino que además obtuvo ganancias netas.Pero cuando quiso retirar fondos, le dijeron que no podía hacerlo porque los bonos tenían un vencimiento de seis meses y para retirar fondos antes había que sacar los bonos. Tenía dos opciones, esperar casi medio año o seguir operando. Y lo perdió todo.
Claro que él escogió mal el broker, pero lo hizo impulsado por las restricciones en la UE. Y como él, tengo decenas de ejemplos parecidos. Mientras tanto, los brokers de la UE recortando gastos para cubrir la garantía del saldo y para compensar la fuga de clientes, sin poder tocar los ingresos debido a la intensa competencia de dentro y de fuera de la UE.
No me parece una línea de acción profesional la de las reguladoras si para algunos deshonestos negocios es más conveniente no estar regulados porque no les alcanzan. Lo más, calificarles de «chiriniguitos financieros» cuando reciben tantas quejas que ya canta el tema … y siempre con retraso. Y si el negocio no tiene ni oficina en la UE, poco puede hacer la reguladora para evitarlo, aparte de poner avisos en su web que pocos leen.
Por cierto, ¿por qué no se pone esta misma presión desde los gobiernos nacionales o desde la Comisión Europea de protección al consumidor en el tabaco o en el juego? Interesante.