En la formación sobre el trading siempre hemos insistido en la relevancia del análisis fundamental como una de las más potentes herramientas para obtener una operativa eficaz. En realidad, es la más utilizada entre los traders profesionales, cuya experiencia diaria con los movimientos de los mercados hace que el análisis técnico pase a un segundo plano.
Tradicionalmente, los anuncios de datos económicos han sido las referencias clave para los operadores, como el PIB, o el PMI o las nóminas no agrícolas. Al margen de esto, las declaraciones de los representantes de los bancos centrales han movido mercados, tanto en sus discursos oficiales como en sus respuestas en las conferencias de prensa para Mario Draghi o en las comparecencias ante el Congreso, en el caso de Janet Yellen. Y también los desastres naturales han sido importantes factores de conmoción en el sector financiero, como el huracán Harvey arrasando Texas y sus refinerías en estos días pasados e incluso hoy mismo.
Pero el año 2017 marca una importante novedad poniendo en primer plano dos nuevos ingredientes en este escenario económico. Por un lado, la entrada en escena de Donald Trump con sus tweets y sus llamativos comentarios sobre el bien y el mal de las relaciones de EEUU con terceros países. Cuando publica algo remueve los mercados rápidamente, cosa que ningún otro presidente estadounidense había logrado. Por el otro lado, la escalada de la tensión con Corea del Norte, que desestabiliza el Oriente e incomoda al Occidente, provocando bajadas del dólar, caídas en las bolsas orientales y subidas del oro cuando suelta un misil, como esta madrugada.
Varios agoreros pronostican un descenso suave o intenso en los mercados bursátiles en la última parte del año (suave para aquellos que razonan que los beneficios récord de las grandes casas de inversión con las bolsas en máximos harán que vayan liquidando posiciones y permanezcan en liquidez; intenso para los fatalistas que prevén desplomes de más del 25% en pocos meses debido a la estratosférica subida de la última época, que no puede mantenerse permanentemente). Otros pensamos que las bolsas seguirán subiendo mientras la economía subyacente, la de consumidores y productores, vaya mejorando en EEUU, en Europa y en Oriente y haya un clima de expansión general, aunque suframos correcciones puntuales.
Lo que somos incapaces de valorar unos y otros es el impacto de los momentos en los que Trump decide hacer publico lo que piensa de un determinado asunto internacional, porque al ser un tanto imprevisible en sus manifestaciones, los análisis parten de unas carencias muy relevantes. E igual pasa con las acciones y reacciones de ese régimen dictatorial norcoreano que busca incomodar de forma permanente a sus vecinos y a EEUU. Hay que ser muy cautos, no mantener posiciones abiertas los fines de semana (por si pasa algo, ya que lo que ocurre suele ser más negativo que positivo para los mercados).
Interesantes tiempos estamos viviendo en el trading.