La huelga es un derecho universalmente reconocido en nuestro ordenamiento jurídico. Pero también lo es el derecho a una vivienda digna (Art. 47 de la Constitución Española – CE) y se queda en agua de borrajas para millones de conciudadanos.
En el caso de una huelga del servicio de limpieza de una agrupación urbana, ciudad, pueblo, villa o barrio, los servicios mínimos deberían garantizar otros derechos fundamentales de los ciudadanos, como el del disfrutar de un medio ambiente adecuado (Art. 45 de la CE), la protección de la salud (Art. 43 de la CE), el aseguramiento del funcionamiento de los servicios esenciales de la comunidad (Arts. 28 y 37 de la CE).
No parece ser el caso en la mayoría de estos conflictos laborales y desde luego tampoco lo es en el caso que me ocupa hoy.
Solo hay que pasear por cualquier calle normal de Madrid para darse cuenta de que la basura campa a sus anchas, que hay «personas» que la esparcen cuando está recogida para que moleste aún más y que se está convirtiendo en un grave problema de sanidad pública.
Y resulta que todos sufragamos con nuestras contribuciones ese derecho a que las calles estén limpias y aseadas y la basura retirada de las mismas.
No niego a los trabajadores de los servicios de limpieza su derecho a la huelga para exigir mejores condiciones salariales, pero rechazo de plano que se permita que la ciudad se convierta en un vertedero miserable, infestado de insectos y roedores y literalmente inundado de basura.
Nuestros ediles deberían haber gestionado de otra manera este conflicto y en cualquier caso, deberían haber impedido que la situación llegara a estos extremos, porque hay otros derechos en juego que están siendo conculcados.
Animo a todos los madrileños a recordar, cuando lleguen las elecciones municipales, estos trágicos momentos que estamos viviendo y actúen en consecuencia en el libre ejercicio de su voto. Cuando un edil es incompetente y su ineficacia afecta a la salud pública, no debemos permitir que mantenga la ocupación de la silla consistorial, por el bien de todos.
Ignoro quién tiene la culpa en esta huelga, si la empresa de limpieza, si los trabajadores o si el ayuntamiento o si todos a la vez, pero afecta a todos los ciudadanos y esto no debe tolerarse más.
Exijo a la alcadesa Botella y a su equipo de gobierno que tomen medidas inmediatas para proteger nuestros derechos constitucionales en Madrid, por encima de la huelga planteada.
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