Ya estaba cansado de tanto Chipre; llevamos desde el viernes con noticias sobre la isla, que hay corralito, que se les confisca el dinero a todos, luego no son todos pero sólo los de grandes depósitos,, después son todos por encima de 20.000 euros y por último, el Parlamento chipriota rechaza las condiciones del rescate sin un solo voto a favor del mismo. E incluso hoy, los de Chipre llegan a un acuerdo con un grupo inversor ruso para que compre uno de los dos grandes bancos chipriotas y consiguen que Rusia extienda las condiciones de devolución del préstamos de 2.500 millones de euros que les prestó.
Ya me estaba cansando de tanta historia sobre Chipre pero al final ha llegado el ciudadano Montoro y ha montado el follón con su anuncio de la intención del gobierno de gravar los depósitos en España.
¡Toma nísperos!
Uno se pregunta para quién trabaja este chavalote, si para los españoles o para que dejemos de serlo unos cuantos miles, al menos en lo que a residencia se refiere, porque no nos quede más remedio que salir al extranjero a ganarnos la vida como desgraciadamente ya están haciendo miles y miles de nuestros jóvenes.
Tengo un amigo cuya profunda obsesión desde hace meses es conseguir trabajo fuera de España y cuando lo tenga meterle tal corte de mangas a más de uno de nuestros ilustres políticos trincones que tendrá que llevar el brazo en cabestrillo una buena temporada. Y después, venir de vacaciones y destroncharse de risa frente a cualquiera de nuestra infinitud de edificios oficiales, gritando a la vez: ¡Que os deeeeeeeen! ¡Que de mí ya no pilláis naaaaaaada!
Yo, que soy más moderado en mis expresiones, únicamente me centro en intentar descubrir cómo individuos incapaces o individuos corruptos pueden auparse hasta las más altas instancias políticas y gobernarnos con total impunidad, por el artículo 33 del Código del Burócrata Inútil, destrozando de un plumazo (en el sentido de herramienta de escritura) el porvenir de miles de familias españolas y saqueando los bolsillos de los ahorradores como si fueran vulgares bandoleros, pero con la ley en la mano, ley que ellos mismos montan y desmontan según se les plantean las apetencias del día.
Hace algunos posts me planteé que el ciudadano Montoro acabaría fijando un impuesto por pasear por las calles, pero no se me había ocurrido que lo hiciera por mantener dinero propio en el banco. Como por otro lado, obliga a pasar por el banco los pagos de más de 2.500 euros, ¡ya está hecha la jugada perfecta! Les obligo a poner dinero en el banco y les trinco mi parte y si no lo hacen, les multo y les trinco mi parte también.
Creo que en las próximas elecciones votaré a Corinna, aunque no se presente. Es más guapa que el ciudadano Montoro, que el ciudadano Rajoy, que el ciudadano Rubalcaba, que la ciudadana Aguirre, que la ciudadana Cospedal, que la ciudadana Valenciano y que todos los ciudadanos parlamentarios y ciudadanas parlamentarias. Y por lo que parece, más inteligente que el contingente mencionado en su conjunto.
O también podríamos pedir la anexión a Francia o a Inglaterra, o hasta a la mismísima Alemania. ¡Otro gallo nos cantaría!
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